Al reflexionar sobre la relevancia de tener identificado el propósito de vida, la misión personal, vienen a mi mente las palabras de Viktor Frankl, psicólogo austríaco sobreviviente de los campos de concentración de la Alemania nazi.
Durante su cautiverio, observándose a sí mismo y a quienes compartían con él esa experiencia, se preguntaba qué hacía posible que algunas personas sobrevivieran cuando la mayoría morían. Pensó en varios factores, como la salud, la vitalidad, la estructura familiar, la inteligencia y la habilidad para sobrevivir. Finalmente concluyó que ninguno de ellos era la causa principal. Descubrió que el único factor relevante era tener una visión de futuro, una profunda convicción de que tenían una misión que cumplir, una tarea importante que realizar