Y TÚ, ¿CÓMO TE EXPRESAS?
En nuestras conversaciones diarias, expresamos opiniones, ideamos nuevos proyectos, compartimos emociones…, con las personas con las que estamos en contacto. Además de mantener, continuos monólogos en nuestra mente. Y, todo esto lo hacemos utilizando el lenguaje, sin ser conscientes, en la mayoría de las ocasiones, de la relevancia que su uso tiene.
Ya que el lenguaje, además de ser la herramienta a través de la cual nos comunicamos, es generativo, es decir, hace que las cosas sucedan. Cuando decimos lo que decimos y cómo lo decimos, estamos abriendo o cerrando posibilidades, no sólo en nuestro mundo particular, sino también en el de otras personas
Simplemente con decir sí o no, posibilitamos diferentes futuros. Puedes hacer una prueba y decir, “SÍ”, y ahora “NO”, y observar la diferencia. Este es un sencillo ejercicio para ilustrar el carácter generativo y transformador del lenguaje.
Cuando hablamos, además de transformar nuestro futuro, estamos modelando nuestra identidad y nuestro entorno. Así, la manera en que nos definimos y nombramos la realidad influye en nuestra visión del mundo.
También mediante la omisión, el lenguaje muestra su carácter transformador, ya que aquello que no nombramos, no lo tenemos presente y, por tanto, no se refleja en nuestro mundo.
Normalmente, ¿qué tipo de conversaciones tenemos? ¿cómo nos expresamos?
¿Nos movemos en el SÍ? Es posible… Hay una manera… Puede que ahora no lo comprenda aunque seguro que hay un motivo… Es genial… Estoy en ello…
O, por el contrario, nuestras conversaciones están basadas en el no. Ya lo intenté y no salió… En otro momento… No tiene ninguna posibilidad…
¿Tenemos un concepto del mundo, de la vida y de nuestras capacidades, que nos apoya, o por el contrario nos limita? ¿Cuando nos mencionamos, lo hacemos en términos de posibilidades?
Te invito a que reflexiones sobre la manera en que te expresas en las diferentes conversaciones que mantienes a diario. También te reto a que analices tu diálogo interno, y el lenguaje que utilizas cuando hablas contigo. Recuerda hacerte la siguiente pregunta: ¿Mantengo conversaciones que posibilitan el futuro que quiero?